2007/06/07

Castelfiorentino - Chiavari

Jueves 26 de Abril de 2007El desayuno de hoy fue lo mas cutre que he visto en mi vida. No había ni leche ni nada, solo unas galletas tipo Gullón. Además en el desayuno había un loco hablando de su vida y de como mediante los viajes estaba superando su depresión. Yo creo que lo que no ha superado es saber estar solo y que necesitaba hablar.
Cuando fui a entregar las sábanas no había nadie en la recepción y de repente me fije que en la estantería (yo creo que eran objetos perdidos) tenían unas gafas de sol. Yo creo que era el destino así que las cogí. Le faltaba una patilla de goma de esas que se apoyan en la nariz. Para evitar hacerme daño le puse debajo un papelito y solucionado!!! Vaya pintas...
El camino hasta Lucca fue un infierno ya que la carretera aunque secundaria era la que usaban los camiones del área industrial de Florencia-Lucca.
Una vez allí vi la catedral y la plaza esa que era un antiguo anfiteatro. Todo bien. Hacía bastante calor, fue el día mas caluroso de todo el viaje.
Después seguí pasando por Carrara viendo las enormes canteras de mármol hasta llegar a La Spezia. Desde alli hasta Chiavari el viaje es espectacular. Pasas por unas montañas al lado del mar y abajo a lo lejos se ve el Cinqueterre, es de lo mejor que hay y además una pasada si vas en moto ya que no hay tráfico y las curvas son muy chulas. Era la primera vez que probaba a tumbar la moto y he de reconocer que es muy divertido, aunque peligroso.
Cuando llegué a Chiavari aún era temprano así que me fui a ver Portofino, que es el pueblo que aparece en la foto. Es donde iba Truman Capote a recargar las pilas. Todo lujo y muy muy pequeño. Lo ideal al igual que en el Cinqueterre hubiera sido llegar por mar. Tal vez en otra ocasión. Lo que más me gustó es que la plaza central está en pendiente y poco a poco va hundiéndose en el agua y formando el muelle de manera natural. Dicen que es (era) un pueblo de pescadores. Esta claro que hoy en día para poder comprarte una casa allí has de pescar esturiones.
Me quedé en el muelle mirando el mar hasta que se ocultó el sol. Veinte minutos mas tarde estaba de vuelta en el bungalow de Chiavari, salí a por algo de cena y luego a dormir. Aunque estaba al lado de la playa y hacía calorcillo no me bañe esa noche, estaba demasiado cansado.