2007/06/05

Civitavecchia - Fabro

Martes 24 de Abril de 2007
No se por donde empezar. La noche de ayer fue mejor de lo que pensé. A pesar de que los chavales pusieron música conseguí cuatro asientos en linea y con algún truquillo dormí bien.
Por la mañana estaba ansioso por llegar y empezar a conducir. Eso no ocurrió hasta las 14:10. Bajé al garaje coloqué la mochila y para adelante, estaba cagao. Ni yo me creía lo que estaba haciendo. Era como cuando te subes a una montaña rusa y al estar arriba del todo te das cuenta de que no te tenías que haber subido.
Tras el nerviosismo inicial conseguí ponerme en ruta. Los primeros kilómetros iban cerca de la costa,luego empezó el campo. Alguna mosca me impactaba en la cara y dolía a pesar de ir a 30 por hora. Hasta llegar a Tarquinia lo hice de un tirón, unos 15 km, luego allí me paré a beber agua de una fuente mientras una chica morena miraba la Marauder de reojo y pasaba en plan coqueto. Lo que hacen las motos...
Llegué a Tuscania mucho antes de lo previsto, así que aunque tenia reservado el albergue seguí un poco mas a ver si llegaba a Orvieto. Me hubiera muerto de aburrimiento allí, además solo eran las cinco y media.
Pasé por Marta y luego Montefiascone, que es el pueblo que aparece en la foto. Desde allí las vistas del lago Bolsena son espectaculares. Como lo mas divertido era ir viendo el paisaje no me paré mucho. Cuando se hace un viaje en moto es más divertido el ir de un pueblo a otro que lo que puedas llegar a ver en el pueblo en cuestión.
Llegué a Bolsena, recargué la tarjeta del teléfono y llamé a albergues de Orvieto, mientras me tomaba una fanta naranja, pero estaban todos llenos, solo había hoteles caros. Decidí que dormiría en el albergue de peregrinos de Fabro, justo después de pasar Orvieto.
En Orvieto había que ver la catedral pero como cerraba a las siete tuve que subir por en medio de las callejuelas de la ciudad vieja y aparcar justo enfrente de la fachada, en la plaza central de Orvieto. No había tiempo para buscar aparcamiento. Entré en la iglesia y aunque ya cerraban la capilla donde están los famosos frescos la chica me vio cara de pena y me dejo pasar, y encima gratis. Dentro había unas pinturas muy chulas...pero un rollo comparado con las vistas de la ciudad al atardecer!!!
Al salir de Orvieto se hacía de noche y al pasar cerca de un riachuelo me cargué a un montón de mosquitos con la cara. Lo mas peligroso que veo por el momento es que me entre uno en el ojo y me caiga, aunque ya me ha entrado uno hoy...
Como me había ahorrado 20 euros de no dormir en hotel decidí pegarme una cena espectacular en un asador al llegar a Fabro.
Por cierto, mientras me paraba a mirar la cima de Orvieto un motorista se paró a preguntarme unos rollos de su moto, que era como la mía pero en 250. Hay un buen rollito inexplicable entre los motoristas... pero yo no entiendo de motos y menos en italiano. Así que no le pude ayudar.
Un día inolvidable.